Todo lanzamiento de nuevos teléfonos de Apple llama la atención de todo el mundo, incluido nuestro país. Los iPhone de a poco se convierten en los nuevos teléfonos de moda, tal vez por el atractivo y “exclusividad” que brindan al no ser comercializable en nuestro país por las vías “clásicas”. Pero esto conlleva un exagerado aumento de precios, tema del que hablaremos a continuación.
En famosos portales de compra y venta en Argentina, se están pidiendo aproximadamente 20 mil pesos por un iPhone 5S de 32 GB, mientras que su versión de 16 GB está rondando los 15 mil en los mismos sitios de venta. El primo colorido del iPhone, el 5C, se consigue en precios que oscilan entre los 7000 y 9000 pesos argentinos.
Si comparamos con precios oficiales, los que puedan comprar el teléfono con una tarjeta de crédito a dólar oficial, podrán conseguir el iPhone 5S de 16 o 32 GB a $4.491 y $5.875 respectivamente, dando cuenta lo inflado que está el precio si lo adquirimos directamente en pesos por un tercero.
Que el iPhone es un teléfono caro, lo sabemos todos, pero el ser “tan” caro depende de una situación particular con nuestra economía: por una disposición del gobierno nacional, se han restringido las importaciones en ciertos artículos, como por ejemplo los teléfonos celulares, cuyas empresas podrán comercializarlos en el país siempre y cuando se instalen en nuestro territorio, o al menos envíen las partes para ser ensambladas en Tierra del Fuego. Claro está, esto no pasa con Apple y por lo tanto, para adquirir un producto de estos, tenemos que comprarlo por Internet o viajar al exterior, y en ambos casos, rezar porque la aduana no lo confisque.
Por el diseño, la exclusividad, el sistema operativo, la marca… muchas son las razones por las que los usuarios actualmente se están inclinando por los teléfonos de Apple, pero la realidad es que los precios se van por las nubes si queremos comprar uno, quedando relegados a sectores específicos de la sociedad. Vos, ¿pagarías esa plata por un teléfono?
